Asia. En su primera visita a Asia, el papa Francisco pidió ayer en Corea del Sur “derribar los muros de la desconfianza y del odio”, buscar la paz y “promover una cultura de la reconciliación”. “Es una tierra que ha sufrido durante mucho tiempo la ausencia de paz. Hay que derribar los muros de la desconfianza y del odio promoviendo una cultura de la reconciliación y de solidaridad”, aseguró.
El Papa llegó a Seúl, la capital de Corea del Sur, en una histórica visita oficial de cinco días. Sus primeras palabras fueron referidas a la paz. “La búsqueda de la paz por parte de Corea es una causa que nos preocupa especialmente, porque afecta a la estabilidad de toda la región y de todo el mundo, cansado de guerras”, sostuvo.
Corea del Sur y Corea del Norte libraron una guerra de 1950 a 1953; hubo un alto el fuego pero nunca firmaron la paz. El Papa fue recibido en el aeropuerto de Incheon por la presidenta surcoreana, Park Geun-Hye. Un grupo de chicos hizo una ofrenda floral. También se reunió en la alfombra roja con dos norcoreanos que se escaparon de su país y con allegados de las víctimas del ferry Sewol, cuyo naufragio -el 16 de abril- mató a más de 300 personas.
Casi simultáneamente, Corea del Norte disparó al mar tres misiles de corto alcance, un medio que utiliza regularmente el régimen de Pyongyang para demostrar su descontento y amenazar a Seúl y a sus aliados.