Sylvester Stallone ha explicado en la presentación de la cinta que, “cuando hay quince hombres juntos, siempre hay competición, porque es nuestra naturaleza, pero la clave está en darle a cada uno algo interesante que hacer”.
Y ha añadido que a cada actor le ha ofrecido un “marco” para que cada uno desarrollara su personalidad, pues advierte: “Si yo impongo la mía, no hay película”.
El caso más claro es el de Antonio Banderas, que interpreta a “Galgo”, un miembro de elite de las Fuerzas Armadas españolas, parlanchín, que pone el toque de humor entre tanto hombre duro.
El actor malagueño recuerda que, cuando Stallone lo llamó y le envió el guión, le dijo que se “sintiera libre” para añadir lo que creyese conveniente al personaje y así lo hizo.
“Me encontré con un caldo de cultivo para poder hacer acción y también comedia con un personaje que es un solitario y que utiliza como autodefensa el humor”, ha explicado.
Inventó una historia pasada para su personaje, que aceptó Stallone, así que aparece como un legionario solitario que no para de hablar, incluso interpreta el himno de los legionarios (“El novio de la muerte”), que fue resultado de una de sus múltiples improvisaciones en el filme.
Si se hiciera una versión española de “Los mercenarios”, Banderas tiene claro que interpretaría el papel de Stallone, el jefe, y que contaría en su equipo con Javier Bardem, Santiago Segura y Dani Rovira. “Ahí tenéis el comando completo”, bromea.
El equipo, integrado por más de mil personas, ha tenido carta blanca para rodar en escenarios naturales de Bulgaria. Stallone ha manifestado que hacer cine es como estar en el “mayor casino del mundo”, donde sólo tienes una oportunidad para lanzar el dado y, si pierdes, “te ves fuera, durmiendo en una tienda de campaña, con tus hijos en el orfanato”.
