El equipo de Martín Jaite acababa de superar con éxito una de las pruebas más angustiantes de los últimos tiempos en Copa Davis, al vencer 3-2 a Israel y garantizarse la permanencia en el Grupo Mundial.
El clima era tan relajado que los jugadores bromearon con el traductor de las conferencias de prensa, que en las tribunas agitaba la bandera israelí.
“Cómo te movías, Súper Mario Bros...”, le comentaron entre risas al hombre, que tomó con humor la cargada. Ya atravesada la prueba, se empezó a pensar en el futuro: otra vez en 2015, Argentina tendrá la chance de ir por la anhelada Ensaladera. Y el sorteo se realizará mañana en Dubai (Emiratos Árabes).
Argentina quedó preclasificada quinta, por lo que en primera ronda evitará a varias potencias mundiales como Francia, Suiza, República Checa, Serbia, Italia, EE.UU. y Canadá.
De entre sus posibles rivales para el debut, sólo recibiría en casa a Brasil. Sería visitante de Kazajistán, Croacia, Australia, Gran Bretaña o Alemania y, ante Bélgica o Japón, se sortearía la localía. Para las rondas posteriores, el panorama mejora levemente: Argentina elegiría la sede contra EE.UU., República Checa o Serbia; visitaría a Francia, Italia y Canadá, e iría a sorteo contra el equipo de Suiza.
Más allá de la influencia del público, los mejores jugadores argentinos tienen buenas respuestas en cualquier tipo de cancha. Leonardo Mayer, por ejemplo, juega muy bien en cemento, pero ganó su único título ATP en Hamburgo en arcilla. Ya no hay superficies prohibitivas como en otras épocas. Y si se contara con Juan Martín Del Potro, Argentina arrancaría el torneo otra vez como candidata. Claro que, para eso, algunas cosas deberán cambiar.
El premio puede ser demasiado grande como para no hacer el esfuerzo de intentarlo
