Una vivienda permanece desmoronada a la vera de la Ruta E-57. Muchas personas se juntan frente a la casa, a la que no pueden acceder porque sólo quedan ruinas. Se abrazan, lloran. El dolor es fuerte. Son los familiares de Juan Roberto Castro (43), una de las víctimas fatales del trágico temporal que el domingo se abalanzó sobre las Sierras Chicas.
Hacía un año que Juan vivía en Río Ceballos. Había llegado desde Salta con la idea de poder tener un mejor trabajo para mantener a su familia, y lo había conseguido: en la localidad puso un taller rectificador de motores de motocicletas y le estaba yendo bien.
“Todo nuestro sustento era Juan. Él era tornero, tenía un montón de máquinas”, dijeron los familiares.
Hacía un año que Juan vivía en Río Ceballos. Había llegado desde Salta con la idea de poder tener un mejor trabajo para mantener a su familia, y lo había conseguido: en la localidad puso un taller rectificador de motores de motocicletas y le estaba yendo bien.
“Todo nuestro sustento era Juan. Él era tornero, tenía un montón de máquinas”, dijeron los familiares.
