Las agencias de seguridad de EEUU y de Inglaterra, hackearon los sistemas de Gemalto, el mayor fabricante de SIM para teléfonos del mundo. Esto les permite interceptar los datos de millones de líneas sin dejar rastro.
Tanto para 2G como para 3G y 4G, los datos que un teléfono intercambia con la operadora están encriptados, usando unas llaves digitales generadas por Gemalto y que almacena cada operadora.
En este sentido, las agencias de espionaje de los Estados Unidos y de Inglaterra son capaces de escuchar las conversaciones de millones de personas en todo el mundo con facilidad, y sin dejar rastro alguno.