Sciurano presentó un video de los importantes avances de la ciudad en los más de 7 años de gestión, y en este sentido recordó que la última vez que un intendente daba su último discurso de gestión –como es su caso este año- él asistía como concejal y la situación social de aquel momento en el 2007 hizo que en paralelo estuviera ocurriendo un reclamo por la situación habitacional con incluso un momento de agresión, recordando la sensible situación que se vivía.
“Desde aquel momento a la fecha hemos podido hacer un camino distinto, reconociendo la existencia del problema y trabajando para solucionarlo. Incluso con los grandes avances que hemos tenido en los últimos años la crisis habitacional es un tema que aún no está resuelto. Va a necesitar de generaciones de dirigentes que asuman con valentía el desafío que significa pensar una ciudad, entenderla y desarrollarla”.
“Quizá es mucho más redituable en términos políticos de corto plazo asfaltar una calle. Pero la ciudad necesita de dirigentes que tomen la decisión de poner la vista en el corto y también en el mediano y largo plazo. Que tomen la decisión de, en vez de hacer 20 cuadras de asfalto, edificar un polideportivo nuevo; que en vez de 15 cuadras de asfalto inauguren un centro cultural; o tomar una casa que había sido herrumbrada y tirada como la casa Pena sin darle ningún valor al contenido histórico de nuestra ciudad, reconstruirla y que hoy sea un emblema para todos los que vivimos en Ushuaia”, afirmó el mandatario en forma contundente.
“Hacer ciudad es buscar el camino del entendimiento”
Sciurano remarcó que “hacer ciudad es también buscar el camino de la pacificación, el camino del entendimiento, de que se puede trabajar de manera conjunta aunque tengamos ideas muy distintas.
“Yo creo que algunos paradigmas de Ushuaia han cambiado. Me cuesta pensar que la persona que se vaya a sentar acá en la próxima gestión quiera ignorar lo que significa el camino que la gente que vive en Ushuaia hoy reclama y pide. Me cuesta pensar que alguien pueda tomar la decisión de ignorar la situación habitacional o el desarrollo social de nuestra ciudad para satisfacer a un grupo de vecinos pensado en las elecciones. Hay paradigmas que no van a cambiar, como el hecho de que la ciudad reclame políticas medio ambientales claras, donde de alguna manera no se permita que esas políticas cambien el camino o el curso de nuestro accionar”.
“Quien esté acá dentro de un año va a asumir, en nombre de todos los que vivimos en Ushuaia, el desafío de seguir adelante en esa línea. Y eso no es mérito de una gestión ni de un dirigente político; sino de un pueblo que reclama de abajo hacia arriba”, dijo pidiendo dar continuidad a una línea de gestión.
La economía después de la 648
Entre otros aspectos que abarcaron su gestión, Sciurano hizo especial hincapié en el tema económico y la situación económica municipal después de la ley 648; “a pesar de haber tenido dos etapas en nuestra relación con el Gobierno de la Provincia, gracias a la Legislatura de la provincia se pudo poner un tope a la discusión de casi un año y medio en cuanto a la ley 648, que seriamente complejizaba las estructuras económicas y financieras de la ciudad. En dinero de hoy, hablamos de alrededor de 250 millones de pesos que la Municipalidad dejaría de recibir. Pero a pesar de que tuvimos que reestructurarnos económicamente porque a partir de la ley la ciudad perdió una cantidad de recursos muy importante de más de 100 millones de pesos. Entendimos que teníamos que mantener esa fortaleza económica”.
“La Municipalidad pudo seguir llevando adelante su plan de trabajo, y demostrar el respeto que tiene por sus trabajadores pagando al día el IPAUSS durante los 7 años de gestión”, aseveró.
“Desde aquel momento a la fecha hemos podido hacer un camino distinto, reconociendo la existencia del problema y trabajando para solucionarlo. Incluso con los grandes avances que hemos tenido en los últimos años la crisis habitacional es un tema que aún no está resuelto. Va a necesitar de generaciones de dirigentes que asuman con valentía el desafío que significa pensar una ciudad, entenderla y desarrollarla”.
“Quizá es mucho más redituable en términos políticos de corto plazo asfaltar una calle. Pero la ciudad necesita de dirigentes que tomen la decisión de poner la vista en el corto y también en el mediano y largo plazo. Que tomen la decisión de, en vez de hacer 20 cuadras de asfalto, edificar un polideportivo nuevo; que en vez de 15 cuadras de asfalto inauguren un centro cultural; o tomar una casa que había sido herrumbrada y tirada como la casa Pena sin darle ningún valor al contenido histórico de nuestra ciudad, reconstruirla y que hoy sea un emblema para todos los que vivimos en Ushuaia”, afirmó el mandatario en forma contundente.
“Hacer ciudad es buscar el camino del entendimiento”
Sciurano remarcó que “hacer ciudad es también buscar el camino de la pacificación, el camino del entendimiento, de que se puede trabajar de manera conjunta aunque tengamos ideas muy distintas.
“Yo creo que algunos paradigmas de Ushuaia han cambiado. Me cuesta pensar que la persona que se vaya a sentar acá en la próxima gestión quiera ignorar lo que significa el camino que la gente que vive en Ushuaia hoy reclama y pide. Me cuesta pensar que alguien pueda tomar la decisión de ignorar la situación habitacional o el desarrollo social de nuestra ciudad para satisfacer a un grupo de vecinos pensado en las elecciones. Hay paradigmas que no van a cambiar, como el hecho de que la ciudad reclame políticas medio ambientales claras, donde de alguna manera no se permita que esas políticas cambien el camino o el curso de nuestro accionar”.
“Quien esté acá dentro de un año va a asumir, en nombre de todos los que vivimos en Ushuaia, el desafío de seguir adelante en esa línea. Y eso no es mérito de una gestión ni de un dirigente político; sino de un pueblo que reclama de abajo hacia arriba”, dijo pidiendo dar continuidad a una línea de gestión.
La economía después de la 648
Entre otros aspectos que abarcaron su gestión, Sciurano hizo especial hincapié en el tema económico y la situación económica municipal después de la ley 648; “a pesar de haber tenido dos etapas en nuestra relación con el Gobierno de la Provincia, gracias a la Legislatura de la provincia se pudo poner un tope a la discusión de casi un año y medio en cuanto a la ley 648, que seriamente complejizaba las estructuras económicas y financieras de la ciudad. En dinero de hoy, hablamos de alrededor de 250 millones de pesos que la Municipalidad dejaría de recibir. Pero a pesar de que tuvimos que reestructurarnos económicamente porque a partir de la ley la ciudad perdió una cantidad de recursos muy importante de más de 100 millones de pesos. Entendimos que teníamos que mantener esa fortaleza económica”.
“La Municipalidad pudo seguir llevando adelante su plan de trabajo, y demostrar el respeto que tiene por sus trabajadores pagando al día el IPAUSS durante los 7 años de gestión”, aseveró.
