El detenido es un policía que está apartado de la fuerza. Confesó ser el autor del hecho.
¿Quién mató a Pamela Moreno? ¿Por qué? Fueron los dos interrogantes que mantuvieron en vilo durante dos meses a la fiscal Norma Morán y a los investigadores de Banda y Capital. Ayer, la incógnita fue develada.
La actividad de un celular delató al homicida. Se trata del teléfono móvil de la víctima que fue robado por su verdugo.
Pamela Moreno fue asesinada el 3 de diciembre. Su homicida la levantó en una camioneta en Garibaldi y Sarmiento. La llevó a la Ruta 34 y allí la mató. La pista clave. El celular de Pamela.
En los últimos días, el aparato fue activado. Los investigadores del DIC tuvieron las coordenadas satelitales en la ciudad de Suncho Corral. Hasta allí se dirigieron. En manos de una menor de 13 años encontraron el nexo entre Pamela y el homicida. En el barrio Norte, de la mencionada ciudad, los efectivos de la Brigada de la Departamental 4 se entrevistaron con el padre de la niña. Un mecánico de la zona.
¿Cómo consiguió el celular? fue la pregunta. “Me lo entregó Salto como parte de pago por el arreglo a la camioneta. Sólo me dijo que se ‘había mandado una macana’”, indicó el mecánico.
Los investigadores se dirigieron hasta la casa de Brian Salto. Un ex agente de Policía, que hasta hace 7 años atrás se desempañaba en el CUP (Cuerpo Unificado de Patrulla) de la ciudad de La Banda. Estuvo preso por múltiples delitos contra la propiedad. Ello habría sido el detonante de la separación de la fuerza. Los investigadores rodearon la casa de Salto. Éste, sabiendo que lo buscaban por el crimen de Pamela, se ocultó debajo de la cama. Fue detenido. Esposado, confesó ser el autor del homicidio.
Ante la fiscal Norma Morán, el asesino indicó que el 1 de diciembre vino desde Suncho Corral hasta Capital a la casa de una hermana médica, donde estuvo todo el día. El martes 2, entre las 21.30 y 22 perdió todo su dinero (dos mil pesos) en las maquinitas. Salió a las 2 ó 2.10. Dio unas vueltas por el centro y como no tenía plata ni siquiera para cargar combustible fue a la esquina donde paran los travestis a “sacarles” unos pesos.
Llegó por Garibaldi e hizo un juego de luces. Subió Pamela. La llevó por calle Jujuy, Autopista y Ruta 34. La hizo bajar de la camioneta. Le cerró las puertas. El monedero y el celular quedaron en el torpedo. Pamela se dio cuenta, se subió al estribo del rodado, por lo que aceleró y le pasó por encima con las ruedas de atrás. Con total frialdad, cargó combustible y volvió a Suncho Corral.