Luego del fin de semana largo se había conocido el
destrozo de todos los vidrios de la periferia en la ex escuela de
comercio 2 de Chacra II en Río Grande, con daños además en vehículos
estacionados. Anoche fue el turno de la escuela 44 de Margen Sur, donde
efectuaron destrozos en la biblioteca, desparramaron libros y
pertenencias de los docentes, pero no hubo robo de elementos.
La directora del establecimiento dialogó con FM
Del Pueblo y señaló que “las puertas son de fácil acceso y con una
palanca se abren, por eso colocamos sillas para trabarlas; pero hicieron
palanca, rompieron una puerta de los laterales e ingresaron a la
biblioteca”.
La docente presume que fueron chicos, porque ayer estuvo lloviendo y quedaron las marcas de las pisadas con barro. “Las pisadas eran pequeñas”, aseguró, por lo que ni siquiera serían jóvenes sino niños o adolescentes de corta edad.
Detalló que “rompieron armarios, tiraron libros, algunos manuales aparecieron a la vuelta”, dado que fueron devueltos por el personal policial.
Dentro de uno de los armarios había “una impresora, un televisor grande y una computadora” y allí quedaron, por lo que la finalidad no fue el robo sino el vandalismo y el daño por el daño mismo.
La escuela tiene una alarma pero “no funciona, está rota. Nos dijeron que a la tarde lo van a arreglar y ya se llamó a Obras Públicas”, señaló la directora.
Aseguró que no es la primera vez que sufren daños porque hubo rotura de vidrios antes, aunque no habían ingresado. Quedó “un vidrio roto del fin de semana, que sigue trizado, y ahora rompieron otro más, al que le habíamos puesto cartón y lo sacaron”.
La docente estimó que los hechos vandálicos se dieron en la tarde-noche de ayer, porque desde las 7 a las 19 se cumple horario, y luego queda cerrada la escuela sin ninguna custodia, hasta la medianoche que llega el personal de guardia. Precisamente el guardia fue quien detectó los daños, que encontró cuando llegó a cumplir con su turno.
Como dato anecdótico de un hecho vandálico protagonizado por menores como si se tratara de un juego, las docentes contaron que cuando abrieron los armarios de la biblioteca, vieron que lo único que se llevaron fueron dos gaseosas que estaban guardadas allí. Luego desparramaron libros, tiraron pertenencias de las maestras, y no se llevaron ni la computadora ni la impresora que estaban a mano.
La docente presume que fueron chicos, porque ayer estuvo lloviendo y quedaron las marcas de las pisadas con barro. “Las pisadas eran pequeñas”, aseguró, por lo que ni siquiera serían jóvenes sino niños o adolescentes de corta edad.
Detalló que “rompieron armarios, tiraron libros, algunos manuales aparecieron a la vuelta”, dado que fueron devueltos por el personal policial.
Dentro de uno de los armarios había “una impresora, un televisor grande y una computadora” y allí quedaron, por lo que la finalidad no fue el robo sino el vandalismo y el daño por el daño mismo.
La escuela tiene una alarma pero “no funciona, está rota. Nos dijeron que a la tarde lo van a arreglar y ya se llamó a Obras Públicas”, señaló la directora.
Aseguró que no es la primera vez que sufren daños porque hubo rotura de vidrios antes, aunque no habían ingresado. Quedó “un vidrio roto del fin de semana, que sigue trizado, y ahora rompieron otro más, al que le habíamos puesto cartón y lo sacaron”.
La docente estimó que los hechos vandálicos se dieron en la tarde-noche de ayer, porque desde las 7 a las 19 se cumple horario, y luego queda cerrada la escuela sin ninguna custodia, hasta la medianoche que llega el personal de guardia. Precisamente el guardia fue quien detectó los daños, que encontró cuando llegó a cumplir con su turno.
Como dato anecdótico de un hecho vandálico protagonizado por menores como si se tratara de un juego, las docentes contaron que cuando abrieron los armarios de la biblioteca, vieron que lo único que se llevaron fueron dos gaseosas que estaban guardadas allí. Luego desparramaron libros, tiraron pertenencias de las maestras, y no se llevaron ni la computadora ni la impresora que estaban a mano.