El reclamo para que se haga justicia es el más repetido por sobrevivientes.
“Esta
marcha, este compromiso de todo el país, no calma mi dolor, pero me
ayuda, me da fuerzas mientras espero que se haga justicia por mi hija”,
compartió con Télam Verónica Camargo, mamá de Chiara Páez, de 14 años,
embarazada y asesinada por su novio de 16 en Santa Fe a principios de
este mes.
El femicidio de la adolescente causó
conmoción, que fue reflejada en medios de comunicación y redes sociales,
desde donde periodistas, artistas y activistas convocaron a
concentrarse el 3 de junio, propuesta que caló en todo el país.
Y
caló hondo gracias a un camino recorrido por cientos de mujeres que
desde hace años vienen denunciando que la violencia de género es una
violación a los derechos humanos y le ponen el cuerpo a la contención y
asistencia de víctimas y familiares.
Testimonios
Verónica,
mamá de Chiara, estará en la concentración en el Congreso junto a
decenas de madres, padres, hijos, amigos y sobrevientes de violencia.
Con algunos de estos protagonistas habló Télam.
Fabio,
el papá de la adolescente santafesina, también será parte del encuentro
contra los femicidios en el centro porteño, adonde llegará con la
esperanza de que “no vuelva a pasarle esto a ninguna chica más, a ningún
padre”, contó minutos antes de iniciar una reunión iniciática de una
ONG, que él impulsa, contra la violencia de género.
“Estoy
ansiosa, pero voy a ir a la marcha porque no quiero que lo que me pasó a
mí, le pase a otra mujer. Y porque quiero justicia”, dijo Carolina
Abregú con voz cansada, a causa del dolor que le dejaron las secuelas de
las quemaduras en su cuerpo producidas por su ex pareja, a las que
sobrevive luego de cinco meses de internación y con el hombre en
libertad.
Nombre y apellido de femicida
La
mamá de Nicanor Aráoz no pudo sobrevivir como Karina. Librada Haedo
murió en Corrientes con el 80 por ciento de su cuerpo quemado por su
marido, Ramón Aráoz, quien fue declarado inimputable y está internado en
un psiquiátrico.
“Mi mamá tiene nombre y
apellido, su femicida, también; como cada mujer asesinada en este país.
Hay familias detrás de cada una de las muertas. Allí estaremos con mi
hermano Matías, pidiendo que mi padre pase a cárcel común y que el
sistema de justicia, que está podrido, entienda el mensaje que daremos
con esta concentración”, dijo Nicanor con la firmeza del dolor
reconvertido en militancia.
Y dijo más: “Se
respira un aire de impunidad, donde las leyes no se aplican. Por eso las
mujeres no se callan, por eso todos vamos al Congreso el 3 de junio”.
Otra
protagonista de la concentración que “nunca habría querido estar en ese
lugar” es Adriana Gordo, mamá de Dana Pecci, asesinada luego de haber
sido víctima de trata con fines de explotación sexual.
“Todos
los habitantes de este país debemos salir a la calle a decir ¡Basta!
Nadie está exento de que te secuestren o maten una hija. Basta de que
nos maten, porque a mí me mataron con Dana, sólo sigo adelante con la
esperanza de recuperar a mi nieta, que la Justicia decidió que viva con
la familia del proxeneta que asesinó a mi hija”, clamó Adriana.
Clamor
que también llevarán a la plaza de los Dos Congresos Silvia Rocha y
Héctor Suárez, papás de Natalia, asesinada a los 16 años; cuerpo
violentado y tirado a un arroyo en Moreno, en el conurbano bonaerense.
Ella y otras víctimas fueron arrojadas por los femicidas como basura en el último año.
Por
eso, Cosecha Roja y la Red Internacional de Periodistas con Visión de
Género en Argentina lanzaron en marzo la campaña “Yo también soy la
mujer de la bolsa. Hartas y hartos de contar femicidios”, iniciativa
protagonizada por periodistas de todo el país.
Pedido de justicia
El
reclamo sumó voces, como la de la mamá de Natalia que quiere justicia
“para mi hija y para las hijas asesinadas de otras madres” y por eso va
junto a Héctor al Congreso, un varón, como muchos, que reconoció que
“jamás pensé que estas cosas pasaban...por eso participamos, para que
podamos cambiar algo”.
Los protagonistas de la
concentración del 3 de junio, las y los que piden, más que nadie,
NiUnaMenos esperan, a partir de las 17, en el Congreso y en cada ciudad
del país que las voces contra los femicidios sean muchas y potentes.