A primera vista, parece provenir de los restos de una ciudad perdida o de los restos de un naufragio.
Pero su historia es otra: fue puesta ahí en 1950, en Portofino, Italia en homenaje a Dario Ganzetti, un gran buzo de aquel país que murió en una inmersión.
Hoy en día es un lugar de culto para los amantes del buceo.
Fuente: Upsocl