Las Hijas de María Auxiliadora, obra de Don Bosco, cumplieron 120 años de vida institucional, misionera y educativa. En la ceremonia de conmemoración destacaron la presencia de exalumnas y recordaron a las pioneras que llegaron en 1895. Estuvo encabezada por la directora del instituto María Auxiliadora, la hermana Severina Padoín junto a la gobernadora María Fabiana Ríos, alumnos y familiares.
Al
momento de recordar la llegada de la orden a Tierra del Fuego, la
hermana María Piccone recordó que “Río Grande comenzó a ser la que es,
mucho antes”, dijo al público que asistió al acto en el gimnasio de la
institución. “Cuando crecían sus raíces y se abrían paso a través del
tiempo, por la acción de muchas personas nacidas en la tierra o venidas
de lejos”.
“Entre
ellas”, sostuvo, “en 1895, llegaron las Hijas de María Auxiliadora, que
se asentaron en la Misión Salesiana, fundada poco antes.
También
ellas, junto a otros, fueron forjando la figura de Río Grande; como
nosotros somos hoy, las raíces de la ciudad del futuro”, sostuvo.
Acto
posterior, fueron el Parlamento y el Ejecutivo fueguino, quienes
entregaron un presente recordatorio, y con posterioridad los
legisladores Blanco y Andrade hicieron lo propio. Cabe resaltar, que se
destacó la participación de la familia salesiana del colegio Don Bosco y
Misión Salesiana.
Las
religiosas Luisa Ruffino, Rosa Massobrio y Rosa Gutiérrez llegaron a
Río Grande provenientes de Punta Arenas, Chile, el 3 de abril de 1895.
“El espíritu misionero sigue vivo en nosotras, es parte de nuestro
carisma; ellas plantaron esta misión antes de que se fundara la ciudad,
antes de que se poblara y antes de que haya el asfalto”, reconoció la
hermana María Piccone.
Al
finalizar el acto protocolar, alumnos de todos los niveles educativos
de la casa, presentaron sendos números artísticos, en ellos recrearon
cada parte de la llegada de las Hijas de María Auxiliadora. Se destacó
la música patagónica y la interacción entre las religiosas y la etnia
originaria selk’nam.