No te pierdas estos consejos para tener una piel más saludable. Si querés tener una piel saludable, tendrías que tratar de no realizar estos malos hábitos: 1.No utilizar protector solar, los 365 días del año Para evitar el envejecimiento cutáneo, nunca debe faltarte tu protector solar. Tené muy en claro que los rayos UV están presentes todo el año, aunque está nublado o no haga calor. 2.No invertir en una buenas gafas de sol Unas gafas de sol minimizarán las líneas de expresión alrededor de tus ojos y protegerán esa piel tan delicada de los rayos UV, así como tus párpados y ojos que son tan susceptibles a ellos como el resto de tu piel. 3. No frotarte los ojos Aunque sea un alivio en ciertos momentos (cuando estás cansada, por ejemplo) los párpados y la piel de alrededor de tus ojos es la más sensible y menos elástica de tu rostro. Al frotarte los ojos harás que se estire, provocando que se afloje. 4. No prestar suficiente atención al cuello, el pecho y las manos La piel de estas zonas es muy delicada ya que carece de glándulas sebáceas, produciendo sequedad y acelerando el envejecimiento. Por ello, necesita una mayor hidratación y nutrición. 5.No dormir todo lo que tu cuerpo necesita Interrumpir los ciclos del sueño puede evitar la liberación de ciertas hormonas, provocando la inflamación, uno de los principales culpables del envejecimiento cutáneo. Por ello, desarrolla un buen ritual de sueño y cúmplelo cada día, tu piel notará los efectos.
Cinco malos hábitos que te harán envejecer
No te pierdas estos consejos para tener una piel más saludable. Si querés tener una piel saludable, tendrías que tratar de no realizar estos malos hábitos: 1.No utilizar protector solar, los 365 días del año Para evitar el envejecimiento cutáneo, nunca debe faltarte tu protector solar. Tené muy en claro que los rayos UV están presentes todo el año, aunque está nublado o no haga calor. 2.No invertir en una buenas gafas de sol Unas gafas de sol minimizarán las líneas de expresión alrededor de tus ojos y protegerán esa piel tan delicada de los rayos UV, así como tus párpados y ojos que son tan susceptibles a ellos como el resto de tu piel. 3. No frotarte los ojos Aunque sea un alivio en ciertos momentos (cuando estás cansada, por ejemplo) los párpados y la piel de alrededor de tus ojos es la más sensible y menos elástica de tu rostro. Al frotarte los ojos harás que se estire, provocando que se afloje. 4. No prestar suficiente atención al cuello, el pecho y las manos La piel de estas zonas es muy delicada ya que carece de glándulas sebáceas, produciendo sequedad y acelerando el envejecimiento. Por ello, necesita una mayor hidratación y nutrición. 5.No dormir todo lo que tu cuerpo necesita Interrumpir los ciclos del sueño puede evitar la liberación de ciertas hormonas, provocando la inflamación, uno de los principales culpables del envejecimiento cutáneo. Por ello, desarrolla un buen ritual de sueño y cúmplelo cada día, tu piel notará los efectos.