Pocas historias son tan emocionantes e impactantes como las que reencuentran a una familia donante y quien recibió el trasplante. Hugo Henke, padre de Félix, un joven policía fueguino que se quitó la vida en julio de 2012, ha escuchado el corazón de éste latir de nuevo en el pecho de Miguel Alonso, que ha salvado su vida gracias a haberle sido trasplantado el órgano. "A veces uno se enoja con Dios, pero hoy hizo que me sienta reconfortado en encontrar el corazón de mi hijo que ahora está en Miguel”, dijo.
No hay cosa más dura y difícil de superar que la pérdida de un hijo. Aún más complicada es tomar la decisión de donar los órganos pensando en que otra vida puede ser salvada. Eso es lo que hizo Hugo Henke tras perder a su joven hijo de 20 años y ahora tienen la sensación de que vive en el cuerpo de Miguel Alonso de 64 años. Después de tres años, se conocieron y destacaron la importancia de la donación.
Felix Henke era un joven agente Policial de Río Grande que se quitó la vida en julio de 2012. Su padre, Hugo Henke, tomó en ese momento la difícil decisión para una familia de donar sus órganos, que finalmente salvaron cuatro vidas. Esta semana y después de tres años, se emocionó por saber que ese corazón aún está vivo, en el cuerpo de Miguel con quien logró encontrarse.
Por otro lado, Miguel Alonso es un relojero de oficio, de 64 años de edad, oriundo de Río Colorado (Río Negro) y quien finalmente recibió la donación del corazón de Felix. “Estoy muy bien gracias a la decisión de Hugo, yo tenía prácticamente declarada la muerte, y volví a nacer. Había tenido dos infartos muy graves, había sido trasladado de urgencia a un centro médico de Cipolletti, ahí me alargaron la vida por un año y medio, me fui al Favaloro en Buenos Aires y no tenía otra que esperar la donación”, contó en Fm Aire Libre.
Miguel remarcó que “tuve la suerte de esperar poco tiempo, me fui para el día del padre en 2012, estuve internado y en julio se da esta desgracia para Hugo y el día 16 de julio me trasplantaron, ahora cumplo los tres años de trasplante”.
“Es una situación complicada, esperar que otra persona tenga que tener una desgracia para solucionarle el problema a otro pero es la Ley de la vida. Lo importante es que la gente tome conciencia de lo importante que es la donación de órganos porque salva vidas”, dijo.
Hugo por su parte se refirió a la terrible decisión de donar los órganos de un hijo en el medio de una situación tan dramática. “Fue una decisión muy difícil, era mi hijo que había muerto, mi vida. Cuando el doctor me dijo que había otras personas que necesitaban los òrganos hice las consultas con mis familiares y ellos me ayudaron a decidir lo importante que iba a ser. Me costó mucho en el momento, tomé la decisión de decir si, lo único que pedí que no le toquen son las córneas para que se fuera con sus ojitos tal cual como vino”, contó.
El encuentro entre Hugo y Miguel fue emocionante. “Yo desde el primer día traté de saber quien es la persona que iba a recibir el corazón de mi hijo, pero nunca me dijeron, pasaron más dos años y se dió que Miguel tenía un sobrino en Río Grande y haciendo contactos nos encontramos”, relató Miguel.
Hugo también lo buscó. “Lo buscaba por internet, pero era difícil porque Félix en los medios figuraba con su segundo apellido, Oyarzo”.
Miguel, quien tiene dos hijos y su esposa aseguró que después del transplante “volví a nacer, porque yo estaba muerto en vida, no podía ni cruzar la calle, me la pasaba encerrado en mi casa con aire acondicionado. Por eso lo importante que es la donación, yo estaba muerto, y para seguir así prefería morir, por eso fue tan importante la donación”.
Y aseguró que “no tuve rechazo de ningún tipo al corazón, la recuperación fue muy rápida, y eso sorprendió a todos los médicos. Se ve que Félix era una persona muy sana. Yo también siempre fui muy sano, no fumé nunca, caminaba, pero cuando te tiene que pasar te pasa”.
Gracias a la donación de los órganos de Felix Henke se salvaron cuatro vidas. “Se donó su hígado y los dos riñones, en el caso de una nena de dos años que hoy tendría seis, si en algún momento Dios me da la oportunidad me gustaría conocerla”, dijo su padre Hugo.
“Hay que tomar conciencia de la importancia de la donación, por Félix se salvaron cuatro vidas, porque el hígado fue dividido en dos, me gustaría encontrar a la nena que es muy chiquita, ojala pueda encontrarla”, remarcó.
Hugo aseguró que “si bien a veces uno se enoja con Dios, hoy hizo que yo me sienta reconfortado en encontrar el corazón de mi hijo que ahora está en Miguel”.
“Yo que fui padre de Felix se que es dificil donar los órganos de tu hijo, pero es importante, encontré a Miguel y encontré un nuevo hijo un poco más grande que yo”, dijo finalmente entre sonrisas.
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