“Un joven sin coraje es un joven enfermo, viejo",
resaltó el Sumo pontífice.
“Un joven
sin coraje es un joven enfermo, viejo. Las tensiones están en la
familia, entre los amigos. Pero lo importante es cómo se resuelven: con
diálogo, porque cuando en una familia hay diálogo las tensiones se
resuelven bien”, aseguró el Santo Padre.