EL MUNDO - Desesperado por no poder alimentar a sus dos hijos, Abdul salió a las calles de Beirut, en el Líbano, para intentar recaudar algo de dinero, pero un voluntario convirtió su caso en un viral.Siria. La foto de un refugiado sirio que vendía lapiceras en una ciudad del Líbano, con su hija a cuestas se convirtió en un viral esta semana gracias a una campaña en las redes sociales y gracias a la cual ya se recaudaron más de 135 mil dólares para ayudarlo.Abdul deambulaba con su hija Reem por las calles de Beirut, la capital del Líbano, para tratar de vender lapiceras. Pero su caso es similar al de miles de refugiados que escaparon del conflicto bélico en Siria, por lo que su suerte era incierta y de por sí triste.Hasta que Gissur Simonarson, un islandés radicado en Oslo, Noruega, publicó sus fotos en Twitter. Tras revelar las imágenes, el usuario recibió numerosas ofertas para ayudar al hombre por lo que decidió comenzar una campaña con el hashtag #BuyPens (#CompraLapiceras)