Algunas de las 27.133 parroquias que
existen en Italia han comenzado a ultimar los preparativos para poder
EL MUNDO - La Iglesia católica italiana ha comenzado a poner en marcha diferentes iniciativas de acogida tras la llamada que hizoel papa Francisco el pasado domingo para que cada diócesis albergue al menos a una familia de refugiados.
Algunas
de las 27.133 parroquias que existen en Italia han comenzado a ultimar
los preparativos para poder responder a la llamada del pontífice, según
se indica en la prensa local.
El
papa Francisco pidió en Roma el pasado domingo que "parroquias,
comunidades religiosas y monasterios" de Europa acogieran a refugiados
como gesto previo al Jubileo de la Misericordia y anunció que también se
unirían a la iniciativa "las dos parroquias del Vaticano", que son la
basílica de San Pedro y la iglesia de Santa Ana.
El
arcipreste de la Basílica de San Pedro, Angelo Comastri, anunció que
acogerán "un núcleo familiar de cinco personas" y que el limosnero del
Papa, Konrad Krajewski, "buscará familias entre los últimos
desembarcados, los que estén en mayor dificultad, de manera que puedan
encontrar dos brazos abiertos que puedan acogerles".
El
párroco de Santa Ana, Bruno Silvestrini, declaró al diario vaticano
"L'Osservatore Romano" que "aparte de la casa, intentaremos encontrarle
un trabajo también al cabeza de familia".
Esta
propuesta, a la que aún le falta resolver los problemas burocráticos de
registro de los refugiados y la asistencia sanitaria y educativa en
cada municipio italiano, queda por ahora en un limbo legal, pero puede
tener un gran alcance numérico.
"Hablamos
del hecho que el papa pide que cada parroquia, instituto religioso o
santuario pueda hospedar a una familia, por lo tanto tres o cuatro
personas. Si son 27.000 parroquias, la capacidad de respuesta a esta
llamada podría ser de 100.000 personas", calculó el director de la
fundación Migrantes, Gian Carlo Perego.
Según la Organización
Internacional de las Migraciones, 119.619 personas han llegado a Italia
en lo que va de año,y 2.630 fallecieron al cruzar desde la costas
libias y tunecina.
"Ante la
tragedia de decenas de miles de refugiados que huyen de la muerte por
la guerra y el hambre, y que han emprendido una marcha movidos por la
esperanza, el Evangelio nos llama a ser 'próximos' a los más pequeños y
abandonados. A darles una esperanza concreta", declaró el papa durante
su discurso el pasado domingo.