René Pastrana es un joven puertorriqueño que trabaja como supervisor en una cadena de cafeterías. Hace unos años conoció a Gisela Torres, su compañera de trabajo y de quien se enamoró perdidamente. Como no quería que su pedida de mano fuera algo común, buscó a Chayanne para que le grabara un mensaje personalizado. Después de conseguirlo, Pastrana convocó a sus amigos en el salón de un hotel con el aparente motivo de una juntada. Ahí, se empezó a proyectar un video que habla sobre las metas de la empresa y en el que varios gerentes dan su punto de vista. René apareció en la pantalla y, nervioso, confesó que gracias a su trabajo había conocido a la mujer de su vida.
Gisela, sorprendida, no paraba de sonreír mientras veía el video, pero su emoción aumentó cuando vio en la pantalla que Chayanne se dirigía a ella para que le dijera que “sí” a René. Minutos después, el joven enamorado se presentó ante su novia con un ramo de rosas. Al mismo tiempo, los compañeros levantaron varias hojas con la frase “Dile que sí”, mientras animaban a Gisela y la pareja se comprometió frente a todos.