Tiempo, 29 Mayo
Tiempo en Río Grande
+4

Alta: +5° Baja: +3°

Humedad: 82%

Viento: SSW - 31 KPH

Mia-App-gif-rio

"Era una esclava de su padre" Condena al violador de su propia hija

Luego de conocido el fallo del tribunal oral, que condenó a 13 años de prisión al sujeto que por cuatro años abusó de su hija biológica, el fiscal Fernando Ballester Bidau se refirió a la compleja problemática que vive la provincia, con un alto porcentaje de delitos contra la integridad sexual, y el tiempo que suelen padecer las víctimas hasta que logran denunciar lo que está ocurriendo.


En una entrevista con Radio Fueguina, explicó que la acusación fue “por el delito de violación concretamente, agravado por el vínculo, por ser el autor del hecho el padre biológico de la víctima”.


Prevenir estos casos “se torna complicado porque dependemos del testimonio de la propia víctima, y en este caso de la madre, que formuló la denuncia oportunamente”, indicó.



La niña padeció las violaciones de su padre “desde los 10 años de edad”, dijo el fiscal, y recién se atrevió a exponerlo cuando tenía 13. Indicó que es habitual que esto ocurra y los niños toleran estas situaciones hasta que entran en la adolescencia o acceden a otro tipo de información que les hace comprender lo que están padeciendo.



En este caso puntual, el fiscal agregó que la niña recibía “amenazas de muerte” contra su madre y sus otros hermanos de parte del violador, si llegaba a contar lo que ocurría. Aun con la pericia que comprobó los hechos, en una de las declaraciones intentó desdecirse, por la culpa que soportan las víctimas al ver que la denuncia termina disolviendo la familia.



“Era una familia compuesta por siete hijo menores. Tenían cinco hijos biológicos en común y había dos de una anterior pareja de la madre. La mayor de estos cinco hijos en común hace la denuncia de haber sido sometida durante aproximadamente cuatro años, desde los 10 a los 13. A los 13 años hace la denuncia a través de su madre”, relató Ballester Bidau.



“La edad de la víctima agrava la situación del victimario y la opinión del menor es crucial. Está protegida constitucionalmente a través de la convención de los derechos del niño y también por las convenciones internacionales de violencia contra la mujer, por eso nuestro código prevé que la declaración sea filmada, para no estar revictimizando al menor, llamándolo a declarar en el juicio oral”, explicó del proceso.



Durante el juicio se proyectó la filmación de los testimonios de la niña, que “fue contundente en sus dos primeras declaraciones y en la tercera hubo una especie de arrepentimiento, porque hubo un divorcio y la víctima se siente responsable y culpable, cuando no tiene ninguna culpa ni originó esto. Esto fue originado por el propio padre”, remarcó.



El fiscal lamentó que el sentimiento de culpa de la víctima sea común, y muchas veces demora que se conozca la situación: “Lamentablemente es así. La pericia psicológica fue concreta, la menor no fabulaba cuando declaró que fue abusada por su padre durante tanto tiempo. Cuando hizo esta especie de arrepentimiento, la propia psicóloga detectó signos de haber sido sometida sexualmente; además hubo una pericia médica que indica que había sufrido una violación”.



Cabe recordar que el juicio comenzó el lunes y, finalizada la semana, ya se conoció la sentencia. Pero resta el largo camino de recuperación de la niña y de todo el grupo familiar.



El fiscal destacó que “la madre hizo la denuncia, la ratificó, y confirmó que hasta el día de hoy su hija continúa afirmando que fue abusada por su padre. Desde esta fiscalía no hubo ningún tipo de duda para pedir que el autor de los hechos fuera condenado”, expuso.



“Yo solicité una pena de diez años y el tribunal aplicó una pena de trece, porque el tribunal está facultado por el código para aplicar una pena mayor o menor a la que pide el fiscal, así que estoy muy conforme con el fallo”, dijo.



Explicó que no pidió la pena máxima porque la escala “va de 8 a 20 años, al estar agravada por el vínculo. El hombre tenía un antecedente de robo y había cumplido la condena hace mucho tiempo. No había mayores elementos para pedir la pena máxima, aunque es una cuestión de criterio y por eso el tribunal aplicó una pena mayor. Es una pena prevista en un homicidio simple, que va de 8 a 25 años. Yo solicité una pena que bien podría solicitar en un homicidio”, comparó.



Basado en su experiencia y condenas previas por delitos contra la integridad sexual, el fiscal confirmó que los sometimientos se suelen dar por largos años, hasta que salen a la luz: “En este caso el sometimiento duró cuatro años y, cuando ya estaba entrando en la adolescencia, pudo darse cuenta del vejamen al que estaba siendo sometida, porque era una esclava de su padre”, definió de esta niña.



“No es fácil hacer estas denuncias, porque luego se sienten culpables o responsables de lo que pasa dentro del grupo familiar. Por suerte en Tierra del Fuego se presta especial atención a estos temas”, destacó.



Informó que el violador “está detenido desde el año pasado, porque la jueza dictó prisión preventiva ante el riesgo de influencia en la víctima, siendo su padre biológico. Cuando los victimarios son parientes o los propios padres, es muy fácil influir en la víctima y hacerle decir cosas que no son, por eso prestamos especial atención en estos casos, porque hablamos de violencia contra la mujer, con un abuso sexual”.



Agregó que hay “muchos casos de abusos donde las víctimas son menores de edad y se empiezan a denunciar luego de un largo período de tiempo, cuando son mayores y se empiezan a dar cuenta, o porque hablan en la escuela o con amistades. Están en un mundo donde impera el secretismo absoluto. La víctima está presionada y amenazada constantemente por el victimario, y generalmente son amenazas de muerte. En este caso particular la amenaza era matar otro miembro de la familia o a la mamá, y la víctima cree que esas amenazas son ciertas. No es fácil hacer este tipo de denuncias”, remarcó.



Respecto de la pericia a este violador, determinó que está en pleno uso de sus facultades y “es una persona normal”, pero “por más que psicológicamente sea normal, no implica que no pueda cometer un delito. En la realidad social muchos de ellos son educadores, sacerdotes de la iglesia católica, y no es fácil entender cuál es su psiquis ni captar si son abusadores o no”, advirtió.



“En este caso la pericia de la menor fue contundente, como víctima de abusos no sólo psicológicos sino físicos”, concluyó.


Related post

 
Uso de Cookies: Este portal, al igual que la mayoría de portales en Internet, usa cookies para mejorar la experiencia del usuario. clicking on more information