Vestidas en su mayoría de negro, todas portando algún cartel o
consigna, acompañadas por padres, hijos, abuelos o maridos, un grupo de
mujeres se movilizaron esta tarde en la Plaza "Almirante Brown" de Río
Grande, sumándose así a las movilizaciones registradas en todo el país.
El femicidio de Lucía Pérez, la joven abusada y torturada en Mar del
Plata, fue el punto de partida para concretar el paro nacional de
mujeres, durante una hora -entre las 13 y las 14- bajo dos consignas:
#MiercolesNegro y #VivasNosQueremos.
"Nos están matando a todas: hermanas, madres, hijas, amigas, a todas"
dijo Verónica Godoy, que a través de Facebook convocó a los vecinos
para sumarse a la protesta nacional.
"Somos un sector social que está padeciendo una gran violencia y cada
30 horas se produce un femicidio; violencia hacia el género, hacia la
mujer", remarcó la joven. "No somos objetos, somos seres humanos y si
nos golpean sangramos, lloramos, sentimos. No somos parte ni
pertenecemos a nadie, nuestro cuerpo es nuestro, nuestra decisión,
nuestra vida", señaló.
Godoy sostuvo que "el silencio es violencia y es una de las peores",
lamentando que las mujeres deban "vivir con temor, sin poder pedir
ayuda, sin poder caminar tranquilas o sin poder relacionarnos" debido a
la "violencia institucional, a la violencia en nuestros hogares y en
nuestras parejas".
"Esto no es normal, no puede ser aceptado como algo habitual",
cuestionó Godoy, la única oradora del acto tras la movilización que
rodeó la Plaza central de nuestra ciudad, y que fue acompañada además
por centros de estudiantes; representantes partidarios; gremiales y
vecinos en general.
"Le exigimos al Estado, a cada gobierno de cada provincia, y a las municipalidades, respuestas concretas", reclamó.
Godoy aseguró que las mujeres "tenemos dos armas muy importantes para
las que no necesitamos ningún tipo de permiso: una de ellas es la
educación, y no desde la escuela solamente, todos debemos participar en
establecer los valores que queremos".
"Me gustaría que esto impacte en la
consciencia, que lleguen a sus trabajos y a sus hogares y abracen a sus
pares, y que las vean, imaginen si mueren mañana, cómo estamos seguras
de que en este momento no hay una persona padeciendo violencia.
Necesitamos ayudarlas, no tenemos que mirar para el costado, porque las
cosas van de frente, tenemos poder para gritar y exigir", concluyó.
Fuente: Critica Sur