Sexto caso de viruela del mono en Argentina
El ministro de Salud Público de la provincia, Ricardo Cardozo, fue quien confirmó el nuevo caso y se refirió al estado en el que se encuentra el paciente: "Ya está de alta y con buena evolución", infirmó El Litoral.
Además, tras conocer la noticia, la cartera sanitaria puso en marcha medidas de prevención y control en el aeropuerto de Corrientes Piragine Niveyro. De todas formas, según indicó la Dirección de Epidemiologia provincial a Infobae, no se trata de la nueva variante que se detectó en África, sino de la cepa que ya había registrado casos en el país en 2022.
Viruela del mono: síntomas y cómo se transmite
Según la OMS, la enfermedad es causada por el virus de la viruela símica que se caracteriza por erupción o lesiones cutáneas que suelen concentrarse en la cara, las palmas de las manos y las plantas de los pies. El período de incubación suele ser de 6 a 13 días, aunque puede variar entre 5 a 21 días.
Los síntomas que suelen presentarse son: fiebre; cansancio; dolor muscular o de cabeza; inflamación de los ganglios; dolor en la región genital, el ano o el recto; lesiones en la piel o mucosas que pueden ser manchas rosadas planas o sobreelevadas, úlceras, ampollas o costras. Estas últimas producen un dolor muy intenso y pueden ser pocas o muchas y ubicarse en cualquier parte del cuerpo, aunque son frecuentes en la región genital o anal.
La enfermedad puede transmitirse de dos maneras:
- Por contacto cercano o estrecho con lesiones, gotitas respiratorias y materiales contaminados, como toallas y ropa de cama.
- Una persona gestante cursando la infección puede transmitirla al feto desde la placenta, y durante o después del nacimiento a través del contacto piel con piel.
En la transmisión de persona a persona, también está incluido el contacto sexual. Además, es importante aclarar que durante las relaciones íntimas puede ocurrir aunque no exista penetración o se use preservativo.
Aquellas personas que interactúan estrechamente con una persona enferma de Mpox, incluidos los trabajadores de la salud, convivientes y las parejas sexuales, corren un mayor riesgo de infección.