ESTADOS UNIDOS.- Kenneth Douglas, un médico forense de 60 años, fue condenado en Esatados Unidos por necrofilia tras declarar que había mantenido relaciones sexuales con al menos cien cadáveres.
La propia mujer del profesional había advertido lo que estaba ocurriendo. Llamó a la morgue de Ohio para alertar de que su marido llegaba a casa con olor "a sexo y alcohol".
Douglas comentó que estaba bajo los efectos de alcohol y drogas cuando cometía el incalificable hecho. "Solo quería subirme encima de ellos y bajarme los pantalones", declaró este hombre a la revista Time.
El médico fue declarado culpable de "abuso flagrante" en los casos de tres jóvenes: Karen Range, que fue casi decapitada; Charlene Appling, que estaba embaraza de seis meses cuando murió estrangulada; y April Hicks, que murió tras caerse de una ventana de un tercer piso, según recoge Wcpo.
Además, según informaron los medios estadounidenses, las familias de las tres víctimas demandaron al condado de Ohio por permitir que esto sucediera en una de sus instalaciones