Los constantes aumentos en los productos, hace que cada día todas las personas, y en especial los fueguinos, tengan que prestar mayor atención a la hora de realizar las compras en los supermercados. En los últimos meses se han registrado importantes caídas en las ventas, principalmente en primeras marcas, mostrando un notable crecimiento las segundas marcas o las propias de las cadenas de supermercados. De esta forma, se viene registrando un importante cambio de hábito a la hora de intentar llenar un carrito con mercadería.
A pesar de los incrementos salariales que han obtenido la gran mayoría de los sectores gremiales, tanto privados como estatales, el dinero alcanza cada día para comprar menos en las constantes visitas que uno debe realizar al supermercado.
De esta forma, y con la notable alza de la inflación que se vive en Tierra del Fuego, surgen nuevas estrategias con el objetivo de poder ahorrarse unos pesos y poder comprar la cantidad de mercadería que uno necesita.
Además de aprovechar los descuentos de algunas tarjetas de crédito o de los mismos bancos, que de un tiempo a esta parte se volvieron una herramienta clave a la hora de consumir, optan por sucursales de supermercados más pequeños, o directamente los autoservicios barriales (que en el último año han ido en crecimiento), que les permiten escapar de las tentaciones de los súper grandes y hasta empiezan a privarse de sus marcas favoritas en determinadas categorías.
Esto se siente con más fuerza en determinadas categorías que lideraron la baja en el primer semestre del año en comparación con el mismo período de 2013.
Según diversos relevamientos, las más afectadas son lácteos (-5%), cuidado personal (-8%) y cuidado del hogar (-3%).
"En la primera mitad de 2014, el consumo en el 80% de los hogares se contrajo más de un 2%", indicaron representantes de las cadenas de supermercados.
Además de un achicamiento de las compras, los fueguinos pusieron en marcha otros comportamientos, que los ayudan a gastar menos.
En este sentido, uno de los hábitos que viene ganando terreno tiene que ver con el reemplazo de algunos artículos de las góndolas por otros que cumplen una función similar, pero tienen valores más accesibles.
Si bien este tipo de conducta consumista se ha visto en crecimiento en los últimos meses, desde las cadenas de supermercados aseguran que no llega a igualar lo vivido en la crisis de 2001.
"No llega a ser como en la crisis de hace trece años atrás, pero sí notamos que los sustitutos están cobrando más fuerza", sostienen desde el sector comercial.
En estos días, los consumidores se van alejando de aquellos productos más costosos. Por ejemplo, "se consumen menos congelados, que suelen tener un precio más caro", indican. Asimismo, sostienen "la caída más fuerte en ventas se da en aquellas categorías más caras" y explica que esto se debe a que "el consumo se está inclinando cada vez más hacia lo simple".
Reemplazos en las góndolas
A raíz de una fuerte suba de los precios de los artículos, que en el caso de aquellos que componen la canasta básica fue del 38% en un año, las personas modifican sus comportamientos y "salen a la cancha" los reemplazantes.
De esta forma, los consumidores se ven obligados a poner en juego una “repriorización de las compras que lleva a replantearse los artículos que se llevan".
Consultados acerca de cuáles son las sustituciones que vienen ganando terreno, los expertos mencionan las siguientes:
* Menos gaseosas, más jugos en polvo
Para reemplazar a las gaseosas, cada vez son más las personas que prefieren los jugos en sobrecitos. "Hubo un incremento en la compra de estos artículos".
* Menos congelados, más conservas
Los incrementos en los precios de los artículos congelados, llevó a una de las caías más grandes dentro de los supermercados, a pesar de que se buscó colocar marcas propias a un valor menor, la gente comenzó a reemplazarlas por otras opciones, tales como las conservas.
* Menos carne, más pollo
Debido al valor de la carne, donde un asado ya es considerado un verdadero lujo, la compra de pollo se incrementó en un 6% interanual. "Se convirtió a una alternativa para reemplazar las carnes".
En este sentido, un informe reciente detalla que, en los primeros 5 meses del año, el consumo de carne vacuna cayó un 16% con respecto al año pasado y agrega que "ésta fue suplido parcialmente mediante el aumento de la compra de otros tipos de carne, principalmente pollo".
* Menos servilletas, más rollos de cocina
Este cambio se da porque los usuarios se inclinan por aquellas opciones que impliquen un mayor rendimiento.
* Menos rotisería, más preparación casera
Por otro lado, las compras en rotiserías tuvieron una caída de más del 10% en los primeros 5 meses de 2014 y se reemplazaron por "la elaboración de alimentos en los propios hogares".
Otro de los indicios del cuidado del bolsillo en las góndolas se vincula con el incremento en el consumo de productos derivados de la harina, de precios más bajos.
En este punto, señalan que "la compra de pastas subió un 13% en el mes de junio en comparación con el mismo período del año pasado".
Cambio de marcas
A la decisión de no adquirir diversos productos, principalmente los más caros, todas las personas, debido a la inflación, la pérdida de fuentes laborales y la suba en la canasta básica, se fueron volviendo menos selectivos respecto de las marcas que eligen en las góndolas.
De hecho, según el último relevamiento "el principal cambio de hábito lo sufren las firmas líderes que, luego de 10 años, presentan la primera caída de participación".
Y, en este punto, van ganando cada vez más adeptos tanto las segundas marcas como las líneas de producto de los supermercados.
"En el primer semestre de 2014, las marcas propias crecieron un 2% en artículos de limpieza y un 3% en la categoría alimentos".
Según explican desde el sector, este incremento en la compra de la mercadería que lleva el logo del súper estimula a los retailers a "poner allí sus fichas" para compensar, de alguna manera, la caída en facturación que vienen sufriendo.
Según indican diversas consultoras, "con estos productos, las empresas buscan recuperar algo de lo que están perdiendo en la caja".
El consultor puntualiza que "las marcas de los supermercados traccionan ventas en congelados, pastas y productos enlatados".
No obstante, en la pulseada por reemplazar a las líderes, por el momento las segundas marcas les ganan a las líneas propias de las cadenas, aunque estas en los últimos meses vayan ganando camino.
Esto se debe a un tema de confianza "En el caso de las segundas marcas, las personas se animan más porque muchas veces conocen al fabricante".
Sin embargo, los supermercadistas advierten que, en determinadas categorías, los consumidores todavía se mantienen fieles a las líderes. Principalmente, "en el caso de artículos de limpieza y lácteos".
Ofertas y precios cuidados
Otro de los grandes cambios que ha mostrado la gente a la hora de adquirir los productos, y que lo lleva a la elección de segundas marcas o propias de los mismos supermercados, es a buscar las ofertas.
Quizás el valor de la mercadería no tiene un importante descuento, pero las promociones que figuran al llevar dos o tres productos, obteniendo un importante descuento o el regalo de una cuarta unidad, lleva a las personas a volcarse a este tipo de promociones y de esta forma, las cadenas de supermercados buscan reactivar las ventas con una ganancia menor.
Asimismo, los productos con precios cuidados, cuando uno tiene la suerte de encontrarlos en las góndolas, son una opción más a la hora de poder adquirir la mercadería que uno necesita para su hogar.
Adaptarse o perder clientes
Para las empresas, el cierre del año ya no queda tan lejos y las perspectivas para los próximos meses están lejos de ser alentadoras.
En este sentido, sostienen una frase muy clara: "Para el segundo semestre de 2014, no hay nada que nos haga suponer que el escenario pueda llegar a mejorar".
De hecho, "la expectativa para fin de año es que la caída del consumo represente el 4%, generando una mayor incertidumbre para el 2015", señalan los expertos.
En este contexto, surge la duda de cuáles son las estrategias a las que pueden apelar las marcas para amortiguar la caída.
Y, en este punto, advierten que frente a la recesión del consumo, el secreto está en analizar el escenario y adelantarse al cliente con propuestas atractivas y con ello, la clave sigue siendo intentar anticiparse a los cambios de hábitos.
