
La situación del transporte público en Río Grande podría tener un corte a fin de año, aprovechando que baja la demanda. Para el intendente Gustavo Melella es clara la postura de la empresa Taikré y no se esperaría al final de la concesión. En diálogo con Radio Nacional Ushuaia dijo que fue tema de conversación con su par de Ushuaia Federico Sciurano, dado que atravesó el mismo problema con la misma empresa que brindaba el servicio en la capital fueguina.
Consideró que “es el final de un contrato que ganaron y está claro que no les interesa seguir en la provincia después de haber perdido Ushuaia y cómo lo perdieron. De alguna manera tiran de la cuerda a ver qué más obtienen”, indicó frente a las jornadas sucesivas en las que han decidido retirar de la calle la mitad de las unidades como forma de protesta, a cambio de un aumento del boleto.
“La empresa no asumió el compromiso ante el crecimiento y desarrollo de la ciudad. Está claro que es el final del ciclo de ellos y no les interesa seguir estando. Tampoco les interesa terminar bien el contrato y estamos en una situación compleja que la paga el vecino, los empleados de la empresa con amenazas de suspensiones, lo pagamos todos”, señaló.
Si bien se labraron multas, esto no resuelve el problema y para Melella es claro que “quieren irse y tratar de llevarse lo más que puedan”.
A la concesión le resta más de un año todavía porque “tienen hasta el 2016 y es mucho tiempo, por eso estamos trabajando en distintas opciones”, dijo el intendente, y admitió que le preguntan por qué no los echan “pero, si bajamos el contrato hoy, tenemos que buscar interesados para mañana, preparar la licitación, llamar a licitación con los procesos y tiempos que tiene. Es dejar muchos meses a la gente sin servicio”, planteó.
“A veces el Estado es rehén de esta situación de brindar un pésimo servicio pero por lo menos tener algo. Si se deja esto, tiene que haber otra posibilidad, porque es transporte público”, subrayó.
Se le preguntó qué pudo transmitirle Sciurano como experiencia con la misma empresa en su momento y la respuesta fue contar con “otra herramienta para no quedar en el medio, o que sientan que se les bajó el contrato y reclamen sumas millonarias”.
“Nos hacemos cargo de esta situación que heredamos pero la verdad no es un transporte digno para el ciudadano”, lamentó Melella, aunque fue firme al señalar que “no podemos demorar mucho más, vamos a tener que trabajar mucho con el Concejo y hacerlo en un marco normativo que respalde las decisiones. Vamos a necesitar herramientas y acompañamiento del Concejo, pero va a ser para bien de los vecinos”, afirmó.
Se trabaja directamente en reemplazar por otra a esta empresa. “Estamos trabajando en eso. El Concejo dio la herramienta de la empresa estatal, que es beneficioso pero trae complicaciones por el valor de salir a comprar micros y la demora de entrega”, dijo, además de que el subsidio nacional “hoy está cerrado”.
De lo contrario, se podría abrir el juego a más de una empresa que pueda competir “y no dependamos de una sola”.
Se complica encontrar interesados porque “el corte de boleto cada vez es menor, está entre cinco y seis mil diarios”, señaló aunque lo atribuye al mal servicio que se presta.
“Yo aspiro a una transición ordenada. Cuando se vayan, a la semana hay que dar una respuesta. Se está trabajando en esto y se está hablando con la empresa. La verdad, uno se recalienta si se deja llevar, pero sabemos que un día echan 20 trabajadores, conocemos cómo actúan y cómo vienen actuando hasta ahora”, expresó sobre la dificultad para mantener la calma necesaria en esta coyuntura.
Lo cierto es que se aprovechará el fin de año porque “vienen tiempos de vacaciones y hay baja del servicio. Es el tiempo para sostener una solución para los próximos meses. En febrero o marzo el transporte tiene que estar definitivamente solucionado”, sentenció, a fin de no afectar a los chicos que van al colegio.
