El tributo que grava las rentas de los trabajadores en relación de dependencia abrió un profundo debate entre el gobierno y los sindicalistas por el alto impacto que tiene sobre los salarios.
Funcionarios que trabajaron en la medida, confiaron al diario La Nación que lo que se buscaba era apurar la puesta en marcha para que impactara en lo inmediato en los bolsillos de los trabajadores antes de las negociaciones paritarias. La necesidad de emitir la medida cuanto antes busca dar respuesta a la presión gremial frente a la insistencia del Gobierno de discutir subas salariales con un techo del 25%.
Las modificaciones estarán en línea con lo que ya había anticipado el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay: no pagarían Ganancias aquellos trabajadores que cobren hasta 30.000 pesos en bruto, informó hoy el citado matutino.
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, había manifestado la semana pasada que el Gobierno buscaba una salida rápida para que la mayor cantidad de trabajadores dejaran de pagar el impuesto a las Ganancias, aunque había advertido que la situación fiscal era delicada y, por lo tanto, no se podían hacer movimientos bruscos.