Según un estudio, al igual que el alcohol, el amor causa “adicción”. Las cosas en las que se parecen son las siguientes:
1. Nos nubla el pensamiento: tanto al tomar cerveza como al enamorarnos, nos dejamos llevar mucho más por las sensaciones y sentimientos que por lo que nos dice la razón.
2. Nos sentimos capaces de todo. Estar ebrios nos hace sentir invencibles, y en ello el amor es muy parecido.
3. Hacemos cosas que “sobrios” no haríamos: No nos importa ni el lugar ni la gente nos mire. Nos desinhibimos.
4. Perdemos la vergüenza con el otro: El alcohol tiene la capacidad de hacer que nos importe poco el qué dirán y seamos lo más honestas posible. Lo mismo pasa con el amor.